El portafolio es una herramienta que se empezó a utilizar en ámbitos profesionales,
principalmente relacionadas con el diseño, para mostrar la creación de obras: artistas,
fotógrafos, arquitectos..., recogen en él y presentan lo mejor que han producido, por lo cual
nace como presentación de resultados, orientados no al proceso, sino al producto.
En educación se importa esta idea para evidenciar cómo trabaja un docente: trabajos de
alumnos, preparación de clases, reflexiones y argumentaciones de conocimientos,
procedimientos y actitudes, etc., que permiten conocer y valorar la trayectoria de un
profesional de la docencia.
El mundo educativo, inspirado en esta práctica, ha
implementado el uso del portafolio para propósitos de enseñanza y de
aprendizaje. Puede tener varios fines
educativos, como se detalla más adelante, y son utilizados, tanto por estudiantes,
como por profesores. En el ámbito de la educación, el portafolio, también
llamado por algunos “carpeta”, es una colección de evidencias sobre la
enseñanza o el aprendizaje, seleccionadas por su autor, para mostrar el trabajo
realizado y los frutos de un proceso educativo. Generalmente, esta colección de
evidencias se realiza a lo largo de un tiempo determinado aunque, actualmente,
ya se habla del desarrollo de un portafolio a lo largo de toda la vida
profesional.
Los portafolios de los estudiantes pueden ser elaborados
durante una asignatura, un espacio formativo de práctica pre profesional, a lo
largo de los estudios de grado o posgrado y cuentan, generalmente, con
evidencias como sus trabajos, los informes técnicos redactados, sus reflexiones sobre las diversas temáticas de estudio, dificultades encontradas, emociones vividas, documentadas a
través de textos, dibujos, gráficos,
fotos, audio, videos, maquetas y grabaciones.
Muy buena información
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